Existe la creencia en Vicentillo de que las féminas no deben pisar la flor cuando caen al suelo.
Llegó la estación de Primavera y con ella los galanes jardines naturales de Amapolo, en el Distrito Municipal de San Francisco-Vicentillo, en El Seibo, que constituyen un verdadero espectáculo de la naturaleza, que sirven de paragua a las empinadas montañas, plantaciones de cacao y valles, agradando a turistas y llevando colorido al campo.
Haciendo simetría ante los ojos humanos, este hermoso árbol de más de 14 metros de altura, hace pensar que se está en un parque de recreo o en un jardín botánico.
Existe la creencia en Vicentillo de que las féminas no deben pisar la flor cuando cae al suelo, porque despierta el apetito sexual, por los poderes afrodisíacos que se le atribuyen al árbol.
Sus hojas al parecer hacen perder la vista en la lejanía restándole protagonismo a las demás plantaciones de árboles de la zona.
El intenso color rojo de sus rosas, al ser tocadas por los vientos alisios que son más intensos por las montañas de la Cordillera Oriental, se hacen inflorescente.
Desde las alturas de la carretera Vicentillo-Yabón los árboles parecen racimos alineados y sombrillas de color rojo.
El cultivo del amapolo se acentuó en Vicentillo después del ciclón Georges (1998), cuyos vientos pudieron transportar semillas que se incrustaron en la tierra con las correntías de agua, haciendo de esta zona un verdadero jardín.
El llamativo árbol es muy perceptivo al frío, por lo que su cultivo se restringe solo a tierra pródiga, como al parecer lo es la de Vicentillo.
Las alineaciones y su color rojo anaranjado, quitan la vistosidad a las plantaciones de cacao y café que abundan en la zona.
Actualmente los amapolos de Vicentillo están en la etapa de floración, por lo que su color es más espectacular y atrayente al ojo humano.
Al caminar por los campos, su exuberante sombra sirve de sombrilla roja al visitantes y las demás especies de arbustos menores, especialmente a las plantaciones de cacao.
Cuando caen al suelo, las flores alfombran de rojo las plantaciones de cacao, que es donde más se desarrolla la gigante y roja planta
Mitos y creencias
Para los turistas y nativos, el árbol está rodeado de creencias y mitos, que hacen conocer más de la naturaleza y el poder atractivo del frondoso árbol.
En Vicentillo, los productores de cacao, tienen la creencia de que las adolescentes no deben pisar la flor de amapola, porque la misma le alienta el apetito sexual.
Hay quienes aseguran que muchos matrimonios se produjeron en el pasado reciente, cuando niñas campesinas de 13 y 17 años pisaban la flor de amapola, que le atribuyen poderes afrodisíacos.
Los amapolos engalanan a Vicentillo, zona donde se visualizan las mayores plantaciones, en medio de cacaotales, montañas y alambradas rurales.
Son enormes jardines que se aprecian en las comunidades de La Pocilga y Yabón, en cuyas zonas están los saltos de agua Yabón y El Jobo, dos espectáculos de la naturaleza en El Seibo.
Los paraguas rojos que forman los árboles son más llamativos a media montaña, donde sobresalen a los verdes pastizales.
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